viernes, 3 de diciembre de 2010

aportaciones para un Plan de Desarrollo Estratégico de Cuenca

La Fundación Cuenca 2016, que ahora parece "tocada" al no haberse alcanzado el objetivo de que Cuenca fuese nombrada Capital Europea de la Cultura en 2016, es el organismo perfecto para dirigir y coordinar los futuros trabajos de definición de un Plan Estratégico de Cuenca. La sostenibilidad urbana debe de ser la guía o eje transversal del Plan. La Fundación es el organismo perfecto para esta tarea porque es un lugar de consenso y el que puede permitir alejarse de las tensiones políticas del día a día.
Desde mi punto de vista estos son los elementos esenciales sobre los que deben girar los estudios (primero diagnóstico y luego realización de propuestas):
- el patrimonio y la cultura.
- la innovación cultural (Iniciativas culturales e innovadoras).
- el territorio circundante y su relación con la ciudad.
- el factor humano: recursos humanos actuales y futuros.

Son estos últimos, a través del tejido social de la ciudad, los que deben de implicarse en el debate de definición de la "ciudad que se quiere".

Así tenemos predefinidos algunos ejes posibles de desarrollo:
- La innovación y la cultura, para conseguir que Cuenca sea un lugar de atractividad para la instalación de empresas innovadoras, en todos los sentidos, pero en especial en el eje de la cultura en su acepción más amplia.
- La gestión del bosque que circunscribe la ciudad, puede basarse en experiencias del bosque modelo. Pero hay una diferencia fundamental con modelos como el de "Urbion". Si en los modelos de gestión del "bosque modelo" lo esencial es el mantenimiento de una diversidad ecológica muy rica, lo que implica necesariamente una presencia humana de baja densidad, en el caso del "Modelo Cuenca" hay que combinar esa biodiversidad con los intereses de desarrollo económico, los más sostenibles posibles, de una comunidad humana de cierta importancia.
Dicho de otra manera: en Urbión hay poca gente, en Cuenca se trata de asegurar un papel relevante para los habitantes, actuales y futuros, en el marco de la red de ciudades, en los planos regional, nacional y europeo.

Es preciso aportar lo más innovador y provechoso a la gestión del bosque que sirve de escenario y que rodea a la ciudad. Pero una visión parcial de gestión de bosque modelo "lleva a definir el bosque como el objeto en sí", cuando esté debe de ser un complemento enriquecedor del desarrollo sostenible y urbano de la ciudad de Cuenca.

El futuro Plan Estratégico de Desarrollo Sostenible de Cuenca debe de jugar con escenarios reales y simbólicos.
Ciertamente como escenario real está la propia ciudad y su entorno paisajistico que la particulariza. Este entorno debe de ser tratado en función de la gestión innovadora que aporta el concepto de "bosque modelo".
Pero hay escenarios simbólicos que no hay que olvidar y hay que desarrollar. Estos tienen que ver mucho con el tiempo y el espacio.
En relación al tiempo, la historia pasada debe de proyectarse en un futuro marcado por el desarrollo cultural guiado por la innovación, las nuevas tecnologías, los nuevos soportes para la comunicación, en especial la audiovisual. Así Cuenca tiene opciones en convertirse en un contenedor para atraer actividades económicas ligadas a esos nuevos soportes comunicativos y audiovisuales, además de manifestaciones artísticas y culturales innovantes.
Pero el tiempo también hay que estudiarlo en relación al espacio. Es decir, los nuevos cronogramas que influiran muy pronto en la defición de ciudad. Estos cronogramas vienen definidos por los nuevos medios de transporte: tren de alta velocidad, carreteras de gran capacidad. Es decir, las nuevas movilidades posicionan a Cuenca en el mapa de la red de ciudades. Pero este posicionamiento puede ser pasivo (el que se produce en función de la dinámica natural y la influencia de las actividades de otros focos económicos, es decir ciudades), o activo, en el sentido de que la propuesta de "Modelo Cuenca" se basa en una serie de herramientas atractivas definidas por un Proyecto de Acción basado en el Plan Estratégico de Desarrollo Sostenible.

Así que en mi opinión, hacer del bosque modelo el eje central de desarrollo, favorece el territorio pero no desarrolla las potencialidades de modernización de la ciudad en sí. El bosque modelo debe de ser un eje complementario del modelo integral de desarrollo.